La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos,
evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia
nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro
cuerpo y nuestro carácter. En resumen: es la percepción evaluativa de nosotros
mismos.
La importancia de la autoestima estriba en que concierne a
nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal.
Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar, de actuar en el mundo y
de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de
decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.
La capacidad de desarrollar una confianza y un respeto
saludables por uno mismo es propia de la naturaleza de los seres humanos, ya
que el solo hecho de poder pensar constituye la base de su suficiencia, y el
único hecho de estar vivos es la base de su derecho a esforzarse por conseguir
felicidad. Así pues, el estado natural del ser humano debería corresponder a
una autoestima alta. Sin embargo, la realidad es que existen muchas personas
que, lo reconozcan o no, lo admitan o no, tienen un nivel de autoestima
inferior al teóricamente natural.
Grados de autoestima La autoestima es un concepto gradual. En virtud de ello, las
personas pueden presentar en esencia uno de tres estados:
·Tener una autoestima alta equivale a sentirse
confiadamente apto para la vida, o, usando los términos de la definición
inicial, sentirse capaz y valioso; o sentirse aceptado como persona.
·Tener una autoestima baja es cuando la persona
no se siente en disposición para la vida; sentirse equivocado como persona.
·Tener un término medio de autoestima es oscilar
entre los dos estados anteriores, es decir, sentirse apto e inútil, acertado y
equivocado como persona, y manifestar estas incongruencias en la conducta
—actuar, unas veces, con sensatez, otras, con irreflexión—-, reforzando, así,
la inseguridad.
En la práctica, y según la experiencia de Nathaniel Branden,
todas las personas son capaces de desarrollar la autoestima positiva, al tiempo
que nadie presenta una autoestima totalmente sin desarrollar. Cuanto más
flexible es la persona, tanto mejor resiste todo aquello que, de otra forma, la
haría caer en la derrota o la desesperación.
Tipos de autoestima1. Autoestima alta y
estable.- Las circunstancias externas y los acontecimientos de vida tienen
poca influencia sobre la autoestima. Las personas con este tipo de autoestima
se desenvuelven de manera abierta ya que no necesitan defender su imagen, se
defiende sola. Además, la persona es capaz de defender su punto de vista sin desestabilizarse.
2. Autoestima alta e
inestable.- Las personas con este tipo de autoestima, tienen una elevada
autoestima pero son incapaces de mantenerla constante. Los contextos
competitivos pueden tener un efecto desestabilizador. Responden con actitud
crítica ante el fracaso, ya que estos son percibidos como amenazas. El
individuo mostrará convicción al defender su punto de vista, pero no aceptará
otros puntos de vista y tenderá a monopolizar la palabra en una discusión.
3. Autoestima baja y
estable.- En los casos en los que hay una autoestima baja y estable, los
eventos externos (sean favorables o no) no alteran la autoestima del sujeto,
que no se esfuerza por promover su imagen personal y se infravalora.
4. Autoestima baja e
inestable.- Las personas con este tipo de autoestima suelen ser sensibles e
influenciables por eventos externos. En cuanto se enfrentan a un evento
exitoso, su autoestima sube, pero en cuanto termina la euforia del momento, su
nivel de autoestima vuelve a bajar.
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