domingo, 19 de marzo de 2017

Suicidio en los adolescentes

Suicidio en los adolescentes 


El suicidio entre los adolescentes ha tenido un aumento dramático recientemente a través de la nación. Cada año miles de adolescentes se suicidan en los Estados Unidos. El suicidio es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 a 24 años de edad, y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años.

Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas de sí mismos, presión para lograr éxito, incertidumbre financiera y otros miedos mientras van creciendo. Para algunos adolescentes el divorcio, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos. Para algunos adolescentes, el suicidio aparenta ser una solución a sus problemas y al estrés.

La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar. Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento apropiado. Cuando hay duda en los padres de que el niño o el joven pueda tener un problema serio, un examen siquiátrico puede ser de gran ayuda.

Muchos de los síntomas de las tendencias suicidas son similares a los de la depresión. Los padres deben de estar conscientes de las siguientes señales que pueden indicar que el adolescente está contemplando el suicidio:

  • cambios en los hábitos de dormir y de comer
  • retraimiento de sus amigos, de su familia o de sus actividades habituales
  • actuaciones violentas, comportamiento rebelde o el escaparse de la casa
  • uso de drogas o de bebidas alcohólicas
  • abandono fuera de lo común en su apariencia personal
  • cambios pronunciados en su personalidad
  • aburrimiento persistente, dificultad para concentrarse, o deterioro en la calidad de su trabajo escolar
  • quejas frecuentes de síntomas físicos, tales como: los dolores de cabeza, de estómago y fatiga, que están por lo general asociados con el estado emocional del joven
  • pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones
  • poca tolerancia de los elogios o los premios
Un adolescente que está contemplando el suicidio también puede:
  • quejarse de ser una persona mala o de sentirse abominable
  • lanzar indirectas como: no les seguiré siendo un problema, nada me importa, para qué molestarse o no te veré otra vez
  • poner en orden sus asuntos, por ejemplo: regalar sus posesiones favoritas, limpiar su cuarto, botar papeles o cosas importantes, etc.
  • ponerse muy contento después de un período de depresión
  • tener síntomas de sicosis (alucinaciones o pensamientos extraños)
Si el niño o adolescente dice yo me quiero matar o yo me voy a suicidar, tómelo muy en serio y llévelo de inmediato a un profesional de la salud mental capacitado. La gente a menudo se siente incómoda hablando sobre la muerte. Sin embargo, puede ser muy útil el preguntarle al joven si está deprimido o pensando en el suicidio. Esto no ha de ponerle ideas en la cabeza, por el contrario, esto le indicará que hay alguien que se preocupa por él y que le da la oportunidad de hablar acerca de sus problemas.


Ejemplos de autovaloración

Ejemplos de autovaloración

La autovaloración define en gran medida tu calidad de vida. ¿Qué tan bien está tu vida en este momento?
Lo creas o no, tu respuesta dará una indicación clara de qué tanto te valoras a ti mismo.
Analicemos por qué.
Primero que todo, es importante saber que la autovaloración es un indicador de en qué concepto te tienes a ti mismo, no sólo como individuo, sino como parte de una sociedad.
Es bien sabido que las personas con alta autoestima, tienden a valorarse de una forma más positiva que las personas con baja autoestima.
Y recientes investigaciones en el área de la psicología muestran que una persona con alta autoestima tiene más probabilidades de éxito en el mundo de hoy. Adicionalmente, la baja autoestima tiene consecuencias negativas, no sólo a nivel mental, sino también a nivel físico (como por ejemplo, causar enfermedades graves como la depresión).
Entonces, si quieres tener una mejor vida y en general disfrutar de un mayor bienestar, lo ideal es que tengas una buena autoestima.
Pero, ¿Cómo lograrlo? Bueno, considero personalmente que es bueno que empieces a analizar cómo te valoras a ti mismo.
En qué concepto te tienes y qué piensas de ti en diferentes áreas.
Por ejemplo: ¿Cuántos de tus sueños has logrado, en cuántos estás trabajando, y cuántos estás seguro que vas a lograr luego?
La mayoría de las personas responde algo como: “No he logrado prácticamente nada, no estoy trabajando en ninguno y como se ven las cosas, en el futuro parece que no me irá muy bien que digamos”.
A pesar de lo que pueda parecer, este tipo de análisis es el que realizaría una persona con baja autoestima, es decir, una persona que no se valora ni se aprecia a sí misma. No tanto por no haber logrado nada hasta ahora, sino por no estar trabajando en construir una vida mejor, y por no confiar en sus capacidades a futuro.
Indudablemente, como seres humanos tenemos el poder de modificar y crear nuestro destino. Un destino en donde la realidad esté conformada por nuestros más grandes sueños y nuestras más profundas pasiones.
Pero todo empieza por la manera en que nos calificamos a nosotros mismos. En otras palabras, todo empieza por la autovaloración. Dicha valoración puede ser positiva, neutral o negativa.
Si es positiva, lo más probable es que generes en ti mismo un sentido de autoconfianza. Si es negativa, lo que crearás son dudas y desconfianza personal.
Si es neutral, dependerás de otras personas y otro tipo de estímulos para sentirte motivado.
En todos los casos, resulta obvio que lo mejor es tener una buena autovaloración de sí mismo.
Y para lograrlo, lo único que debes hacer es perdonarte a ti mismo por los errores del pasado, analizar cómo puedes mejorar tu presente dedicándote a las cosas que realmente son importantes en tu vida sin importar lo que digan otros. Y finalmente, comprometerte con mejorar e ir incrementando tus habilidades, capacidades y talentos poco a poco.
Con el tiempo, tu percepción sobre ti mismo cambiará y te considerarás una persona más capaz y con poder para convertir en realidad tus sueños. Pero lo mejor de todo, es que no sólo lo creerás, sino que también lo vivirás en carne propia.

Autovaloracion

Autovaloración 




La autovaloración es un indicador de qué tan bien está tu relación contigo mismo. Descubre cómo valorarte a ti mismo te puede transformar la vida.
Tu valoración debe nacer de lo que honestamente piensas de ti mismo y no de lo que los demás piensen de ti o te den reconocimiento. Así tu tranquilidad estará en tus manos y no dependerá de cómo te responda el medio.


Es cierto que la labor es hacia los demás, pero las cuentas son con la vida, con esa vida que recibiste y que espera hagas lo que está dentro tuyo.


Es mejor cambiar tu realidad refugiándote en tu agrado, en lo que te inspira, para ir expandiéndolo y haciendo retroceder tus áreas dañadas o desfavorecidas, en vez de abocarte a aplacar dolores y fracasos que has vivido.
Por qué todos valemos lo mismo

Percepción

Todo está alrededor nuestro, todo lo que se ha descubierto o construido es en base a una realidad latente para todos, pero no todos PERCIBIMOS los mismos aspectos de esa realidad. Eso nos diferencia.
Cada cual percibe mejor determinados aspectos de la realidad , y tendemos a subestimar a aquellos que no lo hacen, sin percatarnos que esos otros perciben aspectos que nosotros no, y tampoco son negación de lo nuestro, sólo complemento.
En esto se cimienta la idea que todos valemos lo mismo y nos complementamos. La diversidad permite el complemento.